Monday, July 2, 2007

Entre panas y compas

Saludos desde Guatemala, donde los colores abundan, y la lluvia también (por lo menos en esta época). Estoy ahora con mi compadre Joris el belga (un compañero de depto de Stanford) en el pueblo de Panajachel, a orillas del majestuoso Lago Atitlán. Hemos tenido un montón de aventuras.

Nuestra primera parada en Guatemala fue La Antigua, un pueblo colonial cuya arquitectura abarca lo maya y lo español al mismo tiempo. Fue la capital de Guatemala, antes de una serie de terremotos que terminó derrumbándola. Por suerte la han reconstruido. Antigua es un lugar muy cosmopolita, donde se puede salir de un restaurant tailandés y toparse con un niño descalzo vendiendo chicles. Hay mucho extranjero, además de los propios guatemaltecos que vienen a Antigua (que está a una hora de Ciudad de Guatemala) a escaparse por un fin de semana de carrete y descanso. Recorrí las librerías de viejo y compré una novela de Asturias (Guatemalteco/"chapín" y Premio Nobel 1967). Era muy agradable sentarme en la plaza central del pueblo, comiendo un helado y mirando la gente.

Hay que comenzar en Antigua con el Arco de Santa Catalina, debajo del cual tienes que pasar para llegar a la plaza (aunque no antes de pasar por una sucursal del infaltable restaurant cadena de Centroamérica, Pollo Campero). Delante tuyo, a varios kilómetros de distancia, puedes apreciar el Volcán Agua.

Hablando de volcanes, con Joris subimos a uno, el Volcán Pacaya. He aquí la prueba fotográfica de dicha hazaña. Me alegro de que lo haya hecho, pero pucha que me dio miedo en el momento. Al subir, sobre todo en las partes más altas, hubo varios lugares en donde se veía la lava debajo de nuestros pasos, o bien al ladito, y de hecho a veces el suelo mismo estaba caliente. Los suelos de mis zapatillas se empezaron a derretir, de hecho (se lo juro). A un chico en nuestro grupo se le cayó su botella de agua en uno de los hoyos de lava (calderas, en realidad) y enseguida el plástico se derritió y cuando salió el agua de la botella se convirtió en vapor altiro. Nuestro guía puso unos ramos dentro de un hoyo y se les prendió fuego al contacto. Muchas veces el suelo no estaba muy sólido y estaba seguro de que me iba a caer. Se me aguaban los ojos por el calor y el polvo volcánico. Pero viví para contarla. Para que vean lo atrevido que estoy últimamente. No sé qué tan seguro era este tour, pero por suerte el gobierno de Guatemala considera que el volcán no es demasiado peligroso para llevar masas de turistas casi hasta la cumbre, en dos turnos por día.

Gracias a la sugerencia de la estimada Marcela Díaz, ex jefa y actual socia del autor, al día siguiente arrendamos unas bicicletas y recorrimos los pueblos y las fincas de café alrededor de Antigua. Lo pasamos muy bien y pudimos apreciar lugares que de otra forma jamás hubiéramos conocido por lo remotos. Además era entretenido conversar con la gente cuando teníamos que parar a pedir direcciones, porque nos perdíamos a cada rato. Eso fue ayer, antes de abordar un bus a Panajachel.

Al llegar ahí, nos dejamos asombrar por el Lago Atitlán. Y hoy, tomamos una lancha que nos llevó a tres otros pueblos alrededor del lago: Santiago, San Pedro y San Antonio. Lo más divertido fue nuestra visita a Maximón, que es como el santo de Santiago de Atitlán. Tuvimos que pagar 10 quetzales de ofrenda (US$1,25) para entrar a su sanctuario, donde estaba parada una figura de madera, vestida con textiles de la región, además de pañuelos de seda y corbatas supuestamente traídos de Japón, Corea e Italia. Ah, y tenía un puro entre los labios de la cara (o sea, una máscara, porque según nuestro guía, Maximón tiene una cara detrás de la máscara, pero sólo los que están a punto de morir la ven). Me alegro de que su cara me haya sido invisible. Así que hicimos nuestras reverencias a don Maximón, y a la cofradía de hombres que lo cuidaban mientras se tomaban su aguardiente. Lástima que no nos hayan dejado sacar fotos. Pero por respeto a Maximón me abstuve.

Saludos especiales a Marcela y a Eli Aranda por los datos.

4 comments:

Unknown said...

Carl,
He leído atentamente todos tus comentarios en español, los que escribes en inglés me demoro un poco, pero igual trato (tú sabes que mi lengua es aymará) de todas formas me alegro mucho que te encuentres bien y hayas logrado llegar a Guatemala.
Se que conociste el norte de Chile, es decir mis tierras, agradezco las palabras que le dedicaste.
Un beso y cuidate
Giovanna

Unknown said...

Hola Carl; hacía ya un tiempo que no entraba a tu blog, pero hoy ya me puse al día.
Sigo paso a paso tus rutas y no te imaginas como me gustaría hacer un viaje así... realmente será inolvidable.
Te escribí a tu correo.
Gracias por tus saludos...

Un abrazo

TIBOR said...

Carl querido,
Nuevamente me has hecho viajar por GUATEMALA.-
Recuerdas que te comentè que he vivido en ese país, por varios meses, contratado por la UNESCO, para visitar un programa de Lenguas MAYAS,... el problema es que había mas de 21 dialectos, derivados del MAYA,...en fin.
Gracias por recordarme el Lago Atitlan, los VOLCANES VERDES,... que son muy diferentes al concepto de los Volcanes de LOS ANDES,( los nuestros tienen nieve, Guatemala, es Selva)curioso.-
Totonicapán, Chichicastenango, etc.
Que disfrutes ese maravilloso viaje.
Cariños TIBOR

Anonymous said...

your welcome
qué alegría saber que estés disfrutando guate, espero visites Tikal ojalá Yaxha y Ceibal, este último es un inolvidable viaje en bote por el río y si pasas por flores, la isla, pon atención a los pájaros que yo digo se la pasan saludando y despidiendo el sol de flores.... (de noche y de mañanita)
eli